Porque la música es rápida y eficaz a la hora de congregar y compartir, es reticente cuando se trata de indagar acerca de su naturaleza: Sus secretos devienen en vallas que solo se sortean de la mano del conocimiento.
Porque a sus reglas constructivas, que cambian de acuerdo con los diferentes estilos, épocas y contextos socioculturales, se suma la función significativa del arte y la necesidad de su valoración artística.
El Taller de Música
De movida, la palabra Taller nos remite a: “lugar donde se trabaja”, “lugar donde se repara, emparcha, remodela, reacondiciona”, “lugar donde hay mucho ruido, movimiento, acción”, “lugar donde se pone en practica, se construye”
El Taller es movimiento, es practica, es un lugar de prueba, de experimentación. Ahora.
¿Cómo será esto de un Taller de Música?
Bien, en el Taller de música se trabajara, se construirá (instrumentos, partituras), se inventara y se pondrá en practica. Por supuesto que habrá muchas idas y venidas. Será importante aprender a escuchar y a escucharnos, a considerar al otro. Y dejar de lado ciertas jerarquías (el que dirige, el que canta bien, el que sabe tocar). De ellos podremos aprender, pero como seguramente aprenderemos de quien por primera vez toma un instrumento en sus manos y… quizás encuentra una manera mejor, mas cómoda, para hacerlo sonar.
Deberemos aprender a respetarnos y entender que habrá momentos de ruido, bochinche, excitación y será necesario que así sea, porque estaremos inventando descubriendo una manera, un nuevo lenguaje, pero para eso deberemos trabajar alrededor del sonido, conocerlo, moldearlo. Y esto, escuchándolo o gracias al baile, al movimiento.
¿Cuál es el objetivo de mi Taller de Música?
Primero y principal intentar un acercamiento con el mundo sonoro. Existen colores, números, palabras y también sonidos. En la calle, en el aula, en la plaza, existen sonidos propios de esos lugares, es decir, cada lugar tiene un paisaje sonoro. Y nosotros podemos armar nuestro propio paisaje, a veces produciendo sonidos con nuestro cuerpo, a veces inventando maquinas que produzcan sonidos nuevos (cotidíafonos), a veces empleando maquinas ya inventadas (instrumentos).
Una vez metidos en ese mundo sonoro, podremos expresarnos cantando o tocando y también creando. Y podremos relacionarnos mejor con los compañeros. De nada servirá un taller de música si no somos capaces de aprovechar la oportunidad de trabajar grupalmente, de compartir con nuestro semejante, de aprender a escuchar y quizás descubrir que es más fácil aprender del otro y con el otro.
Objetivos primarios, básicos, fundamentales. Pero también existen otros objetivos inherentes al taller en si mismo:
Ó Aprender a escuchar música.
Ó Aprender a gozar con la música.
Ó Aprender el lenguaje de la música.
Ó Intentar desarrollar un espíritu critico mas allá del “me gusta” o “no me gusta”.
Al mi me servirá para buscar nuevas maneras, para aprender de los chicos, para tener nuevas herramientas de trabajo. ¡Y para disfrutar!
A los chicos, además de lo ya expuesto, para lograr una conducta social, para ser capaces de manifestar opiniones, para lograr una dinámica social de trabajo que les servirá también en otras áreas… ¡Y para hacer música!